¿Te acuerdas cuando tus peludos eran unos jovenzuelos con ganas de comerse el mundo a los que la casa siempre se les quedaba pequeña? Seguro que más de una vez te han sacado de quicio al colgarse de las cortinas o al perseguirse por toda la casa en carreras salvajes durante las cuales los muebles eran solo obstáculos para salvar de cualquier manera: el gato saltando ágilmente sobre ellos y el perro, en muchos casos, derribándolos en su emoción por seguir el ritmo de su escurridizo compañero de juegos.
Es cierto que pueden ser agotadores, pero verlos así también es una garantía de que están sanos y de que son felices. Por eso, cuando van cumpliendo años y notas que les cuesta realizar algunos movimientos, piensas en cómo ayudarles para que puedan disfrutar durante más tiempo de su juventud, aunque ya sea de una manera más tranquila.
Lo primero siempre es hablar con el veterinario para que descarte que pueda haber algún tipo de lesión. No es raro atribuir un problema de movilidad de un perro o de un gato a que el pobre ya tiene sus años, para descubrir que el animal se había golpeado o se había causado un esguince en uno de sus juegos. Una vez que ya se tiene claro que la causa es el desgaste, queda ver cómo podemos ayudar a nuestros peludos.
Darles un Complemento para mejorar la movilidad articular perros y gatos es un primer paso. Estos complementos se añaden en la comida o en la bebida y suelen ser fáciles de dar. Sus sabores ya están pensados para que les resulten atractivos y, como no son medicamentos, no hay que tener receta para comprarlos y se puede elegir la marca que mejor se adapte a ellos.
Pero también hay que vigilar su peso. Si al desgaste de las articulaciones unimos el hecho de que muchos peludos ganan bastante grasa según cumplen años, el problema se hace más grave. Lo mejor en estos casos es un pienso especial para ayudar a controlar el peso y que las latas y comida húmeda también sean bajas en grasa. Evitar darles alimentos caloríferos extras y jugar con ellos para que se muevan y no se acoplen durante todo el día en el sofá, como suelen hacer muchos gatos.
Con estas pautas la mayoría de perros y gatos vivirán una segunda juventud tan larga y tan feliz como la primera.