Ahora que cada vez más se aproxima la navidad, en la televisión ya empiezan a bombardearnos con los clásicos anuncios de coches que nos ponen todos los años por estas fechas, pero que solo valen para que nos calienten la cabeza, ya que la mayoría no estamos en condiciones de poder comprarnos un coche nuevo ni de lejos, si nos da para un fiesta de ocasion ya sería demasiado bueno.

 

Además, los anuncios de los coches que salen en televisión son cada vez peores, ahora ponen un anuncio en el cual, una conductora que no iba atenta a la carretera casi atropella a una niña pequeña, que extrañamente iba sola por la calle, en un paso de cebra y el coche se frena en seco por sí solo, esa clase de mecanismos en los coches van a traer más accidentes que gente que salvan, no sé yo quién sería la lumbrera a la que se le ocurrió este sistema, pero tal y como conducimos en este país, no creo que sea una buena solución.

 

Para las personas que nos gusta conducir nos da realmente igual la cantidad de los anuncios de coches con los que nos bombardean en la televisión, y por lo general les hacemos poco caso, ya que nos conformamos con los coches que cada uno tenemos. No vale de nada hacerse falsas ilusiones con los coches que vemos en los anuncios de la televisión, más que nada porque a la gran mayoría de los coches que salen en los anuncios de la televisión nunca vamos a tener la oportunidad de tener acceso. Solamente por un casual de que nos tocase a alguno la quiniela o la lotería, podríamos soñar con tener alguno de los modelos de coches que vemos por la televisión aunque seguramente seríamos realistas y compraríamos uno normalito para ahorrar el resto del premio.

 

Los de las marcas de los coches que hacen los anuncios no se deben de dar cuenta de que nos dan bastante igual, aunque supongo que si los ponen todos los años será por algo, supongo que habrá algún incauto que termine picando y comprándose uno.