La entrevista 

Logré pasar las dos primeras entrevistas online pero la tercera y definitiva era presencial y conllevaba que me debía desplazar a Madrid. Me pusieron bastantes facilidades al fijarme en la entrevista por la tarde porque de esa manera podría desplazarme por la mañana. Eran 500 kilómetros así que debía madrugar. Otra opción era acudir el día antes y dormir en un hotel, pero el coste era excesivo y tampoco era seguro que la entrevista tuviera final feliz. 

Tampoco quería darle demasiadas vueltas, pero sabía que me estaba jugando una parte importante de mi futuro. De conseguir ese trabajo mi carrera podría dar un salto importante. El hecho de haber pasado las fases anteriores me daba cierta confianza, pero no la suficiente. De cualquier forma, quería estar tranquilo y descansado para la entrevista por lo que diseñé el viaje para estar en Madrid con tiempo.

La entrevista era en la sede de la empresa cerca de la estación de Atocha así que busqué parking low cost cerca atocha para ir sobre seguro. Sé que por semana es bastante difícil encontrar aparcamiento en esa zona, es cuestión de suerte, pero quería hacer más esfuerzos de la cuenta. Me dejaba mucho más tranquilo tener seguro el aparcamiento reservado con antelación. Además, incluso el precio puede ser más asequible ya que con los parkings de pago en Madrid nunca se sabe. Reservando antes te aseguras un precio fijo por el tiempo que lo vayas a necesitar.

Otro aspecto importante era la forma de llegar a Madrid. En principio pensé en ir en autobús, pero también sé por experiencia propia que puede llegar a ser más cansado que conducir porque tarda bastante más. Me sentía más tranquilo si yo tenía el control en caso de atasco o cualquier otro contratiempo. Y a pesar de madrugar, iba a llegar más rápido. La cuestión allí ya en Madrid, una vez que dejase el coche en parking low cost cerca Atocha, era comer y descansar un rato, así que decidí ir al Retiro un rato antes y después acudir a la entrevista… cruzando los dedos.