La locura de los gimnasios

Cerca de mi casa hay un centro comercial semifantasma que solo tiene cuatro o cinco establecimientos abiertos. Son dos restaurantes, una guardería, un stand de suplementos alimenticios y un gimnasio. Con mucha diferencia, el local que más factura es el gimnasio. Supongo que la calidad/precio de este gimnasio tiene que ser muy buena porque es todo un éxito.

Nunca suelo acudir a ese centro comercial, pero el otro día quedé con un amigo que había ido al gimnasio. Le esperé para comer en uno de los restaurantes. Cuando finalmente apareció llegó sobreexcitado y no paró de hablar de gimnasios, suplementos y calorías. No sé por qué ‘cometí el error’ de sacar el tema de que creía que me estaba entrando intolerancia a la lactosa o algo así y el chaval se volvió loco: dejé de hablar y me limité a escuchar.

Me empezó a trazar un plan calórico personalizado. Me dijo que las calorias leche desnatada que yo tomaba debían cambiarse por otro tipo de bebidas. Abrió la mochila y me sacó un bote de no sé qué marca estadounidense de productos alimenticios: “la mejor”, según él. Me dijo que debía controlar las calorías que entraban en mi cuerpo dependiendo del nivel de gasto.

Por supuesto, me recomendó acudir al gimnasio, pero yo me excusé diciendo que me duele la rodilla y que ahora mismo no me viene bien. Por cierto, mientras duró nuestra comida, como estábamos en la terraza, saludó a unas 15 personas que salieron del gimnasio. Se saludaban hablando en jerga desconocida. “Cosas de gimnasio”, pensé.

Aparte de que se me quitaron las ganas de quedar con él en ese contexto (es como quedar a comer con un astronauta después de aterrizar su nave espacial, solo te hablará del viaje), me hizo pensar en el mundo de los gimnasios y si realmente necesito yo acudir a uno y empezar a contar las calorias leche desnatada que tomo.

Los gimnasios tienen un efecto muy positivo en muchas personas pero también desquician a otras que no viven más allá de sus complementos alimenticios y de la forma de sus músculos. Tal vez en otra vida me dedique al fitness, en esta creo que no toca.