En la tienda de juguetes

Supongo que cuando era niño me gustaban los juguetes como a los demás, pero no recuerdo ser muy aficionado a ningún juguete en concreto. Tenía algunos coches, muñecos, etc. pero mis mejores recuerdos  son siempre asociados a juegos que inventaba yo mismo y casi siempre vinculados a los deportes.

Cogía muñecos de todas clases, una canica y unas porterías hechas con cajas de zapatos y diseñaba una especie de liga de fútbol, tomando notas de puntos, goleadores y demás. También hacía lo mismo con las chapas, organizaba mi propio Tour con un cronometro tomando tiempos. Así que yo era más de juegos que de juguetes, por decirlo así.

Muchos años más tarde, los juguetes han cambiado un poco, aunque no tanto. Atraído por las Ofertas articulos infantiles que vi en una tienda especializada, entré para echar un vistazo. Era la primera vez que iba solo a una tienda de juguetes en muchísimos años. Sentí una especie de nostalgia, pero también algo de rechazo ante la inmensa cantidad de juguetes que había por todas partes: “hay demasiado de todo”, pensé.

Mi hijo es muy pequeño y todavía no está en condiciones de organizar un liga de fútbol o una vuelta ciclista como su padre (y dudo que haga todo eso con cajas de zapatos y chapas), pero ya va mostrando cierto interés por determinados tipos de juguetes. Es un auténtico fan de los coches. Tiene un bombero muy gracioso que no para de berrear canciones bizarras y no se despega de él. Así que pensé en comprarle otro de la misma colección por si pierde el bombero y tenemos drama.

Así es que tras echar un vistazo general a la tienda, fui a la zona de coches donde esperaba que se mantuvieran las Ofertas articulos infantiles y encontré la colección de coches. Estaba buscando un camión de basura que me resultaba gracioso pero no estaba disponible así que me ‘conformé’ con la ambulancia. Y ahora el niño va por casa con el bombero en una mano y la ambulancia en la otra. Quizás el chaval vaya para piloto de carreras…