Pequeños caprichos que merece la pena mantener

¿Qué sería de la vida sin esos pequeños caprichos que de vez en cuando nos permitimos? Es cierto que hay que cuidar la línea, pero eso no puede suponer que no se puedan saborear comidas que tal vez no sean las más ligeras, pero que tienen un sabor intenso y delicioso.

Con moderación, todo puede estar permitido y por eso hoy vamos a hablar de esos pequeños caprichos que merecen la pena y que hay que mantener, aunque solo se puedan tomar muy de vez en cuando.

Uno de estos lujos para el paladar es sin duda alguna el pan con mantequillaNo sabemos cómo algo tan sencillo puede ser tan rico y satisfactorio, pero es así. Un café con una rebanada de pan tostado y mantequilla hace que hasta el día más duro se afronte de otra manera. Y, además, hay dietas que defienden que la grasa de la mantequilla y de los lácteos en general no solo no engordan si se toman con moderación, sino que pueden acelerar el metabolismo.

Un buen plato de pasta a la carbonara es otro de esos placeres que nos hacen sentir culpables pero que no podemos dejar de desear. La pasta a la carbonara se prepara cociendo la pasta por un lado y, por otra parte, preparando la salsa carbonara en una sartén. Para ello se utilizan tiras de bacon y nata entre otros ingredientes. Esta salsa tiene un toque especial porque el dulce de la nata y el salado intenso del bacon hacen que sea todo un placer para los sentidos.

La tortilla de patata. Otro plato muy sencillo pero que igualmente es especial. Existen muchas versiones de la tortilla de patata, la tradicional no deja de tener muchas calorías por lo que hay que comerla con moderación. Pero existen recetas más bajas en calorías, como la de la tortilla hecha con patata cocida en lugar de patata frita. Más ligera, con mucho sabor pero que no hace que dejemos de desear un pincho de tortilla con un vaso de vino o con una cerveza de vez en cuando.

Y precisamente el vino o la cerveza son otro de los placeres a los que no estamos dispuestos a renunciar por completo. En España somos muy sociables y nos encanta salir de terrazas con los amigos. Y la conversación siempre sabe mejor bien acompañada por una cerveza.