Tres mitos sobre la leche sin lactosa

Existen muchos mitos en torno a la leche sin lactosa. Muchas publicidades han contribuido a ello, pero también errores a la hora de entender qué es la lactosa, que es la intolerancia a la lactosa y como funciona.

Podemos tratar de desmontar al menos los más extendidos, ya que de esta manera los intolerantes que acaban de descubrir su problema tendrán una mejor información y aquellos que no la padecen podrán saber qué es la leche sin lactosa y entender claramente que no le proporcionará ninguna ventaja respecto al producto estándar.

1) La leche libre de lactosa tiene menos calorías. Falso. Se cree que esto es así porque la lactosa es un azúcar de la leche y muchas personas creen que se elimina de la misma. Pero no es así, realmente la leche sin lactosa es solo leche a la que se ha añadido lactasa sintética capaz de descomponer la lactosa en otros azúcares de más fácil digestión. Por tanto, la leche sigue teniendo el mismo valor y no se le quita absolutamente nada, solo se transforma en otras cosas.

2) La leche desnatada tiene menos lactosa. Falso. Aunque cada vez ocurre menos, hasta hace pocos años era frecuente que al pedir en un bar un café con leche sin lactosa se ofreciera leche desnatada. Se hacía pensando que al no tener grasa sería más ligera y más digestiva. Sin embargo, para un intolerante la cantidad de grasa de la leche no tiene importancia, es la lactosa lo que le hace daño y esa es independiente de que el producto sea entero o no. Quizás de esa confusión tan normal haya surgido la idea de que esta leche desnatada sea mejor para el intolerante.

3) Si se consume leche sin lactosa, se acaba siendo intolerante. Falso. Es cierto que aquellas personas que no consumen lactosa, a largo plazo pueden acabar dejando de producir lactasa natural y, por tanto, haciéndose intolerantes. Pero se trata de no consumir lactosa en absoluto o hacerlo en cantidades ínfimas. No es por tanto solo la leche, habría que evitar todos los derivados de esta (yogur, mantequilla, queso…)  e incluso la lactosa que se encuentra en algunos alimentos como un añadido para conservarlos mejor.

Ahora que ya sabes un poco más sobre la leche sin lactosa y sus falsos mitos podrás decidir si es o no el mejor producto para ti.