Tres tipos de estores para tres estilos de salón

Existen muchos tipos de salones, estilos y gustos y por eso también encontramos diferentes estores que se adaptan a ellos. Hablamos hoy de tres tipos de estores que son los más habituales y de los estilos de salones en los que encajan perfectamente.

-Los estores paqueto para los salones más elegantes. Los estores paqueto se realizan en telas suaves y de muy buena caída capaces de recogerse doblándose sobre sí misma para conseguir unos bonitos pliegues que le dan un cierto aspecto majestuoso al salón.

Tienen a su favor que al estar realizados con telas de calidad y con gran caída siempre resultan más lujosos y que su apariencia es muy bonita, además de que al plegarse sobre sí mismos no precisan de ningún tipo de caja porque no es necesario ocultar nada.

En su contra, podemos decir que este tipo de estores no son fáciles de poner y de quitar y que es necesaria cierta paciencia para desmontarlos antes de lavar y para volver a montarlos tras el lavado. Al ser telas delicadas, a veces es preciso llevarlos a que los limpien en seco en un establecimiento especializado.

-Los estores enrollables para los salones más prácticos. Son los estores más vendidos y los que vemos con más frecuencia en la mayoría de los hogares. Se venden tanto con caja como sin ella, en cuyo caso el enrollado queda a la vista. Algunas personas hacen una caja a medida para ocultarlo al estilo de las que se hacían para las persianas.

Tienen la ventaja de que no hay que desmontarlos para limpiarlos, solo hay que pasar un paño húmedo y se ven impecables. Además, tienen un fácil manejo y suelen subir y bajar rectos sin dificultad. En su contra, no tienen un aspecto tan elegante como otros sistemas, aunque cada vez trabajan más los acabados de manera que hay estores realmente bonitos y lujosos en este sistema.

-Los estores venecianos para los salones más juveniles. Con su forma de acordeón encajan muy bien en los gustos de las personas más jóvenes y por eso los fabricantes apuestan con frecuencia por los colores atrevidos tan del gusto de este sector de consumidores.

A su favor, tiene su fácil colocación y que resultan sencillos de limpiar y de mantener. En su contra, está el hecho de no ser el tipo de estor más elegante, por lo que le confiere al salón un aire informal que no a todo el mundo le gusta.