Un tipo de leche para toda la familia

Con un ritmo de vida tan rápido como el que llevamos hoy en día, especialmente en hogares en los que trabajan ambos padres, no sobra tiempo para hacer la compra. Durante la semana bastante hay con encajar todas las actividades extraescolares con el horario laboral y conseguir llegar a casa a un ahora decente para poder cenar y descansar un poco antes de ir para la cama.

Y cuando llega el fin de semana, el ocio se convierte en la prioridad y hacer la compra debe de ser algo rápido y fácil. Por este motivo muchas familias se están decidiendo incluso por las compras online, para poder realizar sus encargos desde casa en cualquier momento y no tener que desplazarse a un centro comercial.

Una de las maneras de ahorrar tiempo es simplificando la cesta de la compra y buscando productos que todos los miembros de la familia puedan tomar. Y un buen ejemplo es la leche semidesnatada asturiana, perfecta para toda la familia. Por un lado, tiene las vitaminas y minerales necesarios para los niños, que están en proceso de crecimiento. Por otro, una cantidad de grasa muy baja, lo que hace que los padres puedan cuidar un poco su línea sin renunciar a tomar leche con todo su sabor.

Esta leche es además perfecta para todo lo que se pueda hacer en casa, ya que funciona a la hora de cocinar postres, incluso el sabroso arroz con leche cremoso, ya que al añadirle un poco de nata no es preciso que la leche sea entera. También es deliciosa en los cafés, dándoles ese punto de cuerpo que jamás podrá darles la leche desnatada, pero sin añadir muchas calorías extras. Así, no hay que renunciar a nada ya que el equilibrio siempre es la mejor opción.

Cuando se compra una leche de calidad como la asturiana, el sabor de la leche desnatada no tiene nada que envidiar al de la leche entera, por lo que a los niños les va a encantar y no va a ser necesario insistir para que se tomen sus cantidades diarias recomendadas, ya sea en forma de leche líquida sin nada más, ya sea con un poco de cacao o bien en forma de los ya mencionados postres, como por ejemplo las natillas o flanes. Esta es, además, una forma sabrosa de que los niños tomen la leche y quedan genial con la semidesnatada asturiana.