Me gusta mucho el deporte, particularmente la bicicleta y la natación, así que era cuestión de tiempo que acabase probando con el triatlón. Algunos amigos me habían avisado de que un deporte así engancha, pero no sabía hasta qué punto. No pretendía llegar a competir a nivel profesional, ni nada así, pero soy una persona que siempre quiere mejorar, aunque sea compitiendo con amigos. De hecho, a veces las competiciones con amigos acaban como el rosario de la aurora, casi peor que una etapa del Tour…

Ya desde antes de empezar a hacer pruebas de triatlón era un fanático del material. En ciclismo nos llaman globeros, porque somos más intensos que los profesionales, porque somos unos ‘flipados’. Lo reconozco, yo también soy de esos que siempre está atento a las últimas tecnologías y todo lo que suponga arañar unos segundos al crono. Pero cuando empecé con el triatlón, mis ‘preocupaciones’ se multiplicaron por tres. 

Pondré un ejemplo muy elocuente: los cordones elasticos triatlon. Hablando con algunos compañeros sobre el material utilizado, acabamos discutiendo hasta de los cordones. Y es que cualquier ayuda es poca si se trata de mejorar las marcas. Pero aunque parezca un asunto sin importancia, no lo es.

En el momento de dejar la bicicleta y pasar a la última disciplina es el momento de ponerse las zapatillas de correr: ese acto tan aparentemente sencillo puede dar algunos problemas, precisamente por el tema de los cordones. Unos cordones fiables que se aten rápido minimizan el estrés de ese momento tan delicado que es la transición entre disciplinas. 

¡Cuántas veces hemos visto a triatletas ser incapaces de calar las zapatillas en la bicicleta o atarse adecuadamente las zapatillas para correr! Son los nervios del momento. Y eso que en mi ámbito nadie se juega más que la honra personal: imaginaos en una prueba olímpica. Por eso son tan importantes los pequeños detalles incluyendo los cordones elásticos triatlón. Yo no tengo dudas, si un material me va a dejar más tranquilo ante una prueba y tiene un coste asumible, lo voy a adquirir. Aunque luego la parienta me llame chalado…