Cuando se piensa en estores personalizados generalmente nos vienen a la cabeza aquellos que se realizan para la habitación del bebé. Estores en los cuales está impresa la fotografía del niño o cualquier detalle de este tipo que los padres han escogido. Pero los estores personalizados pueden formar parte de otros rincones de la casa, como por ejemplo de una sala de estar muy moderna.

¿Te imaginas unos estores con un bonito dibujo que tú mismo has diseñado? Si eres una persona con inquietudes artísticas seguro que te encanta impregnar toda la casa con tus proyectos personales. ¿Por qué no las cortinas de la sala de estar? Pueden ser un fantástico lienzo en el que plasmar todo ese arte que llevas dentro y que te permitirá además lucirlo ante todas tus visitas.

 

• Salas de estar familiares

 

Si tu familia es de esas que no pueden evitar colocar fotos con sus mejores momento por toda la casa, ¿por qué no un divertido collage para los estores de la salita más informal de la casa? Tal vez para la sala de estar o tal vez para el cuarto de juegos de los niños.

Estos montajes fotográficos te permitirán entremezclar fotos de la familia, tal vez de momentos bonitos e inolvidables o tal vez hechas a propósito para la ocasión, consiguiendo un resultado muy divertido. Las fotos en blanco y negro o en sepia son las que mejor suelen quedar ya que resultan más discretas y fáciles de combinar. Para que todo encaje lo mejor es encargar también unas fundas de cojín a juego.

 

• Los adolescentes y su personalidad propia

 

Los adolescentes tienen un mundo propio muy importante. Sus amigos son lo principal dentro de este mundo y por eso es natural que quieran que estén presentes en su habitación. Una foto de tu hija con su mejor amiga, o de tu hijo con su grupo de rock pueden ser perfectas para crear unos estores personalizados y regalárselos por su cumpleaños o otro motivo u ocasión especiales.

Aunque no lo van a reconocer, habrás ganado puntos en el ranking de padres enrollados. Pero si quieres llegar al número uno proponle a tu hijo o hija que cree su propio diseño para su estor y verás como consigues que por fin sonría y te preste atención, aunque solo sea hasta que hayáis realizado el encargo.